América latina ha sido apodada el paraíso de los recursos naturales, sus grandes reservas de agua dulce, petróleo y otros minerales son los principales atractivos de los países neoliberales, que con el pretexto de promover la inversión y el desarrollo del bloque latinoamericano dejan ver sus intenciones voraces y depredadora de nuestros recursos energéticos. Inclusive, se escucha con frecuencia que América Latina ha sido vista como el patio trasero de los europeos, norteamericanos y asiáticos. ¿Cuáles han sido los aspectos positivos y negativos de estas intervenciones, qué hemos logrado en desarrollo político social y económico?
Podemos
resaltar varios aspectos positivos o logros, entre ellos las iniciativas de
integración latinoamericana, el “Intento”
de crear una visión compartida de la realidad latinoamericana con miras a
forjar el desarrollo nuestro futuro común, la creación de organizaciones
internacionales latinoamericanas con objetivos “integradores, de promover la independencia y el desarrollo económico”,
ejemplo el ALBA, UNASUR y el MERCOSUR.
Sin embargo, merece la pena describir algunos
aspectos negativos que estas políticas han traído, no con ánimo de crítica
destructiva, sino como referentes a ser tomados en cuenta para mejorar. La falta de políticas efectivas implementadas en América Latina promueven la incertidumbre hacia el futuro
social y la estabilidad económica, el ALBA, UNASUR y el MERCOSUR no han
cumplido sus objetivos y son usados como trampolín de ideologías políticas, motivo por los cuales se perfilan como un fracaso más de la integración
económica latinoamericana si no retomase nuevos planteamientos y perspectivas
que permitan el desarrollo humano integral. También, hay que mencionar que los atrasos
en el desarrollo del bloque suramericano son causados por gobiernos
ineficientes. No existen iniciativas concretas para desarrollar un proyecto
educativo mancomunado, innovador, tecnológico, sustentado en los valores humano, que impulse el desarrollo productivo y autosustenble en la región. La
inversión de las corporaciones extranjeras y sus
intenciones voraces hacen sus propias riquezas y dejan a su paso más miseria,
agigantando la brecha de la desigualdad entre ricos y pobres. se evidencia una gran crisis en los partidos políticos
latinoamericanos. Surgen nuevas formas pragmáticas del quehacer político y toma
fuerza la teoría de la hibridocracia de Fernando Mires, donde se enfatizan dictaduras
disfrazadas de democracia y democracias transformadas en autocracias fundamentadas
en una ideología de tipo populista.
Hace
falta promover desde la Latinoamérica un efectivo desarrollo político ya que de
ello depende el desarrollo económico y social, garante del bien común y la
felicidad de los individuos latinoamericanos.
Por: Prof. Samir Alarbid.
Universidad Católica Cecilio Acosta
Twitter: @samiralarbid
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